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viernes, 15 de agosto de 2014

Triatlón 'Memorial Agustín Ugarte'

Las conversaciones previas:
uno de los motivos para ir a las carreras
Este triatlón es especial. No sólo por los recorridos, que también. Porque es verdad que mola eso de salir de debajo del Puente Colgante, o un recorrido ciclista completo, con algún tramo llano y algunas subidas. O la carrera por el frente marítimo de Getxo, con vistas al mar, al Abra, mientras recorres los espigones que te adentran en el agua. Pero es que es la prueba que organiza mi club, ese ente al que pertenezco desde hace menos de un año pero que ya es como una suerte de familia. Y nótese que digo suerte de familia y no especie de familia. Por lo de los dobles sentidos, obviamente. En lo técnico, es un triatlón de distancia olímpica sin drafting, algo poco frecuente a este lado del río Mioño. Y está organizado por Trirunners y también por los vecinos del GetxoTri.



Parte de la marea roja
La  parte de las labores de organización más próximas al día de la prueba (las que tienen que ver más con la intendencia que con la parte administrativa, comercial...) nos habían cogido de viaje, pero el día de la prueba, que se celebraba a media tarde, ya estábamos colocando vallas, montando boxes y haciendo labores varias entre risas y buen ambiente. Era la primera edición y se había conseguido juntar en la línea de salida a más de 240 participantes. Por si fuera poco, Julia era una de las muchas voluntarias de la prueba, y se encargaría de regular el paso de peatones y corredores en el muelle de Churruca. Pero eso será más tarde. Aún hay que seguir cargando con bloques de hormigon antes de comer y prepararse para lucir los colores rojos y negros por Getxo en recuerdo de Agustín Ugarte, un triatleta de Laukiz (y miembro de GetxoTri) que falleció repentinamente el año pasado tras disputar el triatlón de Bilbao.

1500 m. de natación entre el Puente Colgante y Las Arenas

En el agua, con Javi
Estábamos colocando las cosas en boxes cuando nos avisaron de que la natación sería sin neopreno por la temperatura del agua. Uhm. Primeras caras de preocupación, y algunos que se bajan del barco. No voy a negar que me asustaba ligeramente la circunstancia... sino fuera porque tres semanas antes había nadado 2.500 m. en la travesía de la Ría de Bilbao, sin traje, con corriente y con agua mucho más fría. Así que no podría ser peor que aquello. Si alguna vez tenía que ser la primera, qué mejor que en casa, con un recorrido de agua más o menos cómodo.

El trazado es relativamente fácil de seguir. Se sale debajo del Puente Colgante y se avanza hacia el mar, con lo que se tiene la referencia continua del muro de la ría por la derecha. Más allá del muelle de Churruca, en una boya, se gira 90º a la derecha para ir a otra boya, hacer lo propio y enfilar hacia la playa de Las Arenas, donde habíamos dejado las bicis antes de salir.

El hecho de nadar sin neopreno permite reconocer, al menos hasta cierto punto, a la gente. Salgo junto a Javi. Aunque vamos dentro del grupo, y relativamente pegados a la orilla derecha, avanzamos sin apenas golpes, o al menos no con más golpes de lo habitual. Antes de llegar a la boya descubro que Javi no está, y asumo que se me ha escapado. En el segundo giro, al contrario que la gente, que se va muy hacia la izquierda, apunto hacia el arco que marca la entrada la T1 y avanzo casi solo, pero convencido de ir por el camino correcto. Ya al final se siente la corriente. Cuando me pongo en pie y miro el reloj no me lo puedo creer: ¡23 minutos! Pero si yo aspiraba a rondar los 30, que es mi tiempo normal en un olímpico... la corriente y un recorrido algo corto hacen milagros.


23:24
Puesto 144/196 (73/100)
23:07 para 1.310 m. según mi GPS (1:45/100m)

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40 km. de ciclismo sin 'drafting'

En el primer kilómetro de ciclismo, en Las Arenas
Sin la preocupación de quitarse el neopreno, la transición es muy rápida. En nada estoy ya pedaleando por la carretera de la ría, acoplado, pero aún sin ir a tope. En realidad apenas conozco el recorrido, porque pese a que está relativamente cerca de casa, no es la zona por la que entreno con la bici y no había podido coincidir en las salidas de reconocimiento que se habían organizado. Así que iba con ciertas reservas. Aprovechando el llano para pasar gente, eso sí, pero sin calentones en unas subidas que no sabía por cuanto podrían prolongarse.

En el tramo llano, en la carretera de la ría
Adelanto a gente (cosa que sucede más habitualmente en el llano) y me adelanta gente (sobre todo cuesta arriba). Nos pasamos habitualmente manteniendo las distancias. Y en una de esas, cuando me está pasando Santi, un juez en moto nos saca tarjeta amarilla por circular en paralelo. Ni tiempo de haber cruzado dos palabras tuvimos. En fin. Un poco decepcionado por la injusticia, más que cabreado, sigo hasta que me alcanza Javi. Pero si yo pensaba que iba por delante. Bueno. Si le mantengo la distancia, tendré una oportunidad de adelantarle en la carrera a pie. Pero claro, eso implica recortar los dos minutos que voy a pasar parado en el penalty box.

Bajando de Unbe hacia Leioa
A esas alturas estamos subiendo Unbe, hasta que llegamos a un punto en el que la subida, más que cuesta arriba es un falso llano. Y aprieto, porque sé que después de eso sólo queda la bajada por Akarlanda hacia la universidad, y en ese camino, por mucho que Javi baje mucho mejor que yo, no me va a recortar nada porque no hay curvas en las que frenar. Hay que amortizar los 80 kgs. cuesta abajo, la aerodinámica de la cabra y el 53x11. Subo rápido, adelantando a gente, y bajo deprisa, adelantando a más gente. La inercia se extiende a la zona llana, y sigo pasando a más competidores. Me vengo arriba, y pienso que igual le he llegado a sacar esos dos minutos que voy a estar parado y puedo salir a correr con él. Tan encendido llego que no me da tiempo a sacar uno de los pies de las zapatillas y me bajo descalzo de solamente un pie. Me paro en el penalty box y los dos minutos se me hacen eternos. Veo que están Félix, que lleva gran parte de la carga de la organización, y Gontzal entre el público.

Javi aparece mientras yo estoy retenido, y me sueltan unos veinte o treinta segundos después de que el pase por delante de mí.


1:28:16
Puesto 122/196 (62/100) - incluye los 2' de penalización
1:22:27 para 43,5 km. según mi GPS (31,7 km/h)

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10 km. de carrera por el frente martímo de Getxo

Al menos las pulsaciones me han bajado en este período como para tomarme la transición con relativa calma. Me centro en hacer las cosas bien. Calzarme deprisa. Coger un gel que echo al bolsillo del tritraje, y salir a correr, dispuesto a alcanzar a Javi y luego ya se verá.

Un kilómetro después estoy ya detrás de él. Le paso y se pone a mi vera. A ver si te aguanto un kilómetro. Para llegar donde él he hecho el primer mil en cuatro minutos pelados. Con Javi a mi lado, es un ritmo que ya no necesito (ni tampoco podría mantener más allá de una par de kilómetros más o así). Así que relajo un punto el paso. Un kilómetro después, en el giro del extremo, le saco ya unos metros. Está ya hecho. Me relajo otro poquito más. El enemigo ahora es el calor. El sol aprieta, sobre todo en el tramo del espigón, a cubierto del aire y con el sol de cara. Aprovecho cada avituallamiento más que para beber para tirarme agua por encima. Refrescarme y acelerar, es un mantra que me repito, pero el impulso me dura poco. Estoy en tierra de nada. A lo lejos, un competidor del Peñota Santurtzi va por delante de mí. Quizás pueda alcanzarlo. Y con ese pensamiento me entretengo.

En la recta de meta: a puno de terminar
Acercarse a la meta en este triatlón entre los ánimos de los conocidos y amigos es como llegar a otro mundo. Además he podido ver a Julia animando como la que más a todos los que pasan con una indicación esperanzadora: haz el giro completo y verás el arco de meta. Es cierto. Los ánimos se multiplican. Miro el reloj. Voy para 2:37. Está bien. Y pensar que el año pasado no bajé de las tres horas en los otros tantos olímpicos que completé. Además, cruzar el arco aquí es dar paso a un área en el que abunda la comida, las sonrisas, la bebida, el buen rollo. Todo el mundo está contento. Organizativamente las cosas están saliendo bien. Hay un montón de voluntarios. El mismo Gorka está sirviendo comida con una sonrisa. Espero a que llegue Javi y voy al puesto de Julia, donde sigue animando a todo el que pasa: haz el giro completo y verás el arco de meta.


45:36
Puesto 88/196 (45/100)
45:27 para 10,03 km. según mi GPS (4:32/km)

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Total
2:37:16

Puesto 111/196 (57/100)

Las conclusiones de este triatlón no pueden ser sólo deportivos. Más aún. Las deportivas son lo de menos, al menos en mi caso. Lo importante es que salió muy bien. Con el trabajo de mucha gente. Con el mucho trabajo de mucha gente. Lo mejor, los competidores a los que oí decir que había estado todo muy bien organizado, que repetirán seguro. ¿Que con neopreno habría sido todo más lucido? Quizás, pero eso se escapa a la organización, que puede estar más que orgullosa por haber puesto en marcha una prueba de nivel. Y además me ha tocado un maillot y un culotte en el sorteo de material. ¡Yeah!

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