XXV Bilbao - Bilbao

Subida a Aretxabalgane

El domingo pasado tuvo lugar la 'XXV Clásica Cicloturista Bilbao - Bilbao', un recorrido neutralizado de 115 kilómetros por el norte de la provincia de Bizkaia. Es una oportunidad para rodar con amigos, de esos con los que vas coincidiendo por las pistas y carreteras a lo largo del año.

El único inconveniente es que este año las previsiones meteorológicas anunciaban lluvia. Y efectivamente llovió, pero poco, aunque eso no impidió que finalmente los participantes fuéramos algo menos de seis mil. Que parecen muchos. Bueno, que son muchos, pero no tantos como otros años en los que se llegaba casi a los diez mil ciclistas.

Recuerdo cómo el año pasado -en plena preparación para El Soplao- me parecía un reto acabar, y que por entonces era una distancia que aún no había recorrido sobre la bicicleta. Me asustaba la media mínima exigida de 18 km/h. para llegar en hora a la meta. Y, mira tú, ahora -bien es cierto que con la bici de carretera- he tardado una hora menos, y he llegado a Bilbao a la una del mediodía. Y eso que me tomé la primera parte con bastante calma, y no fue hasta la subida a Gerekiz y luego a Aretxabalgane, que no apreté ligeramente. El último tramo, ya motivado por la posibilidad de llegar antes de la una a Bilbao, sí que fui un poco más fuerte, en parte aprovechando pelotones en la general a partir de Galdakao, y en parte sirviéndome de los acoples de triatlón que llevo en el manillar.

Rampas de Aretxabalgane

Al final, una mañana para amortizar chubasqueros, cubrebotas y los guantes 'Sealzskins', a los que ya les dedicaré una entrada específica porque la merecen realmente. Además, como nota positiva, y al contrario que en las últimas salidas, no pasé frío desde el principio, ni demasiado calor en ningún momento.

Las cifras

• Distancia: 114,2 km.
• Tiempo: 4:40:50
• Velocidad media: 24,4 km/h.
• Temperatura media: 10,6ºC
• Desnivel postivo: 1.332 m.

Ya en meta, en la Gran Vía