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lunes, 23 de febrero de 2015

Duatlón de Sopelana: sprint bajo la lluvia

Ya estamos de vuelta. Vuelta a la lluvia, a los duatlones sprint, a las peregrinaciones hasta las diferentes pruebas del circuito, a esas charlas precarrera, a los piques sanos, a la sensación esa tan de febrero de pensar que estoy yendo demasiado deprisa y que seguro que a ese ritmo no aguanto hasta meta...



Al igual que el año pasado, Sopelana es para mí el primer duatlón de la temporada. Y esta vez el objetivo está claro: mejorar, aunque sea un segundo, cada uno de los sectores del año pasado. Y, por tanto, el tiempo total. El clima no parecía que fuese a ayudar, pues las nubes se habían instalado sobre la costa vizcaína y parecían sujetas con velcro. Al menos, no habría viento, eso sí. Y el frío tampoco era exagerado. Como en otras ocasiones, tocaba las discusiones de rigor sobre qué ropa llevar: que si camiseta térmica, que si manga corta, larga, sólo manguitos...

Esa era parte de la charla con Aritz, con quien habíamos coincidido ya en el metro, y con Felitxu, que se había juntado para el café precarrera. Justo hacía un año que había comenzado todo, y Félix no parecía por la labor de que le adelantara justo antes de entrar a meta.

Para el momento de meter las bicis ya nos habíamos encontrado con Josetxu y con Gorka. En boxes, poco después, se me presentaría Kepa, que participaba en su primer duatlón.

5,3 km. de carrera por Sopelana

Segundos después de la salida (foto: Nuria GD)
Tras el calentamiento de rigor me encuentro colocándome en la salida. Me he perdido el comienzo de las chicas. Al final he decidio llevar las zapatillas más ligeras que tengo, aunque no me dan demasiada confianza en el suelo mojado. Y aquí estamos, al lado de Félix, que me ha dicho que va a salir más despacio que yo. Por delante se ha colocado Aritz, al que sé que no voy a  ser capaz de seguir.

¡Salimos! Casi como por sorpresa, sin pistoletazo ni bocinazo ni nada parecido. Bueno. En marcha. Ha comenzado la temporada. Los primeros metros de agrupamiento del pelotón (somos algo menos de 150 participantes) me vienen bien para no pasarme de rosca. El reloj pita después de 3'35". Ya estamos a pleno rendimiento. Mi idea es intentar completar el sector a 3'45", pero sin saber cuánto influirá un catarro que estoy terminando de pasar. Para ese entonces ya veo a Aritz al fondo, que no hace más que apretar botones en su reloj. Félix está por detrás, no sé cuánto, y al resto de la gente ya la he perdido. Trato de mantener el grupo, más que el ritmo, a partir de ese momento. Además, con las cuestas del recorrido, la referencia del tiempo por kilómetro es discutible. Quizás sea que recuerdo el repecho que da inicio a la segunda vuelta y voy guardando para ese tramo. La segunda vuelta transcurre sin más novedad. Me he girado en varios momentos para ver si veía a Felitxu, pero no sé dónde está. ¿Será verdad que ha decidido ir más despacio y que le llevo algo de ventaja? Pues no.


20:33
Puesto 97/151 masculinos (64/100)
20:31 para 5.360 m. según mi GPS (3:50/km)

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18 km. de ciclismo hasta Plentzia y vuelta por Unbe y Urduliz

Llegando a la segunda transición
(Foto: Nuria GD)
Tras un montaje desastroso en la bicicleta vuelvo a acordarme de lo importante que es aprender a montar más rápido en la bicicleta. Y que para eso necesito dejar las zapatillas en los pedales. No tarda en llegar Félix. A partir de aquí, toca reagrupamiento, al menos hasta las curvas de bajada a Plentzia. No sé por qué, pero no tengo confianza en las curvas en mojado. Y las tomo más despacio que de costumbre. A cuenta de ello, voy casi perdiendo los grupos constantemente. Vuelvo a entrar antes de la subida a Unbe, y todo para seguir peleando y no perder el grupo de Felitxu. Tengo los cuádriceps como piedras. Aún no ha dejado de llover, pero pese a ir sólo con manguitos y tritraje, no tengo frío.

Y así seguimos. Ahora, en bajada, recupero terreno y vuelvo a entrar en el grupo. Aprovecho la inercia para adelantarme unos metros sabiendo que no me voy a escapar, pero para que no pare la fiesta. Al igual que en Plentzia, paso las rotondas cuadrado y sufro para volver a entrar en el grupo. Ya en las últimas subidas, casi de nuevo en Sopelana, ataco con lo último que queda a ver si Félix se queda de una vez. Qué pesado. Pues no, no se queda. No sólo eso, sino que en los dos o tres giros que llevan de nuevo a Sopelana vuelvo a perder el el grupo. Si es que.


36:22 (incl. T1 y T2)
Puesto 76/151 (50/100)
34:28 para 17,8 km. según mi GPS (31,0 km/h)

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2,6 km. de carrera por Sopelana

Salgo a correr por detrás de Félix. Unos diez o veinte segundos, no más. Después de los boxes, la salida es en cuesta. En el horizonte Felitxu va atrancado, sin apenas poder correr. Le alcanzo sin problemas, pese a que mis piernas tienen otros planes diferentes a los de ir deprisa. Pero bueno, le hemos alcanzado y estamos otra vez por delante. Cuando le paso me dice que tiene los gemelos ardiendo. En mi caso son los cuadriceps. Pues vamos buenos.



Poco después oigo un zapateo detrás de mí. No quiero ni pensar que pueda ser él. Otra vez. Y efectivamente lo es. Se pone a mi par y pregunta si me espera. Le digo que no, que tire. Porque pienso que si voy con él hasta el final me voy a ver obligado a esprintarle. Y no sé si será peor ganarle después de haberle esperado o que encima me supere en el último acelerón. Que no. Que tire. Esto me aboca a hacer en solitario el kilómetro y medio que quedará hasta meta, aproximadamente. Cuando salgo a la calle que conduce al arco hinchable, veo que Félix está alcanzando a otro Trirunners, y que posiblemente va a adelantarlo por el ritmo que llevan uno y otro. Pienso que es Aritz, porque para ese entonces no soy consciente de que Nico estaba intercalado. Aritz ha entrado poco antes.


11:00
Puesto 92/151 (61/100)
11:01 para 2,36 km. según mi GPS (4:12/km)

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Total
1:07:55

Puesto 90/151 (60/100)


¿Conclusiones finales? El primer sector ha sido algo más rápido que el del año pasado. Y también lo ha sido la bicicleta. El último ha sido unos pocos segundos más lento. En conjunto, he recortado dos minutos al tiempo del año pasado, y no se puede decir que las condiciones hayan sido cómodas. Lo mejor, sin duda, los cafés de antes y después, las charlas, los piques, las risas, las próximas venganzas...

2 comentarios:

Pablo dijo...

Ya estaba tardando la egocrónica, no se puede tener a tus lectores tan en ascuas!!

Bajar 2 minutazos el tiempo del año pasado es todo un logro. Si el año que viene sale buen día, bajas otros 2 más.

Gonzalo dijo...

¿Dónde hay que firmar? Cada vez cuesta más :)