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jueves, 19 de junio de 2014

Triatlón de Santurtzi: vuelta a los sprints

Parte de la representación de Trirunners posa
ante las altas instancias del club
Segunda edición del triatlón de Santurtzi, y para allá que vamos, con intención de repetir las sensaciones del año pasado. Al contrario que aquella vez, ahora Julia sí puede venir como fotógrafa 'hooligan' (de ella son las fotos de esta crónica). Además también participa Gorka, un amigo compañero de salidas en bici y también miembro del club. Quince días después del triatlón de Bilbao debería estar ya recuperado. Y eso pese a una salida a correr por el monte con Javi Santamera que me dejó más destrozado que el medio ironman. Con todo, llevaba unos días desganado, quizás por la falta de motivación que supone no tener ningún objetivo asomando las orejas detrás de un muro. Cosa que no es cierta, porque tampoco falta tanto para mi segundo MD (en Medina de Rioseco, a mediados de agosto).


750 m. de natación en la dársena del puerto deportivo

Saliendo del agua
El recorrido en el agua sí es el mismo que el del año pasado: un triángulo delimitado por los extremos de la dársena y el puerto deportivo. Dos boyas, que se dejan a izquierda, y vuelta a la rampa. Esta vez empezamos desde el agua. Sé desde el principio que me tocará salir del agua detrás de Gorka, pero cuando en los primeros segundos de carrera le veo abrirse paso entre una marabunta de brazos y piernas mientras yo busco un sitio tranquilo para nadar a mi ritmo, me temo que la diferencia sea mucho mayor. A ver si al menos soy capaz de mantenerla en la bici para recuperarla en el último sector, donde soy más rápido.

El segmento transcurre sin problemas ni novedades dignas de mención. No se me hace largo, pero tampoco consigo nadar a un ritmo más rápido que el habitual. Una vez en marcha, me acomodo a mi ritmo de crucero y dejo pasar los metros con calma. Cuando remonto la rampa, Julia me hace un resumen de posiciones. ¡Vas tercero, tras Gorka y otro! El otro es Txopez, que ha salido del agua un par de metros delante de Gorka.

17:00
Puesto 84/120 (70/100)
16:48 para 800 m. según mi GPS (2:06/100m)

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20 kms. llanos de ciclismo por el Puerto

Llegando a la T2
El sector de bici de este año es aún más llano que el de la edición anterior. Es parecido al de Santander: ida hasta un punto en el que se da la vuelta y se vuelve por el mismo sitio. Se trata de una carretera interior del puerto, eminentemente llana. Sólo un puente tiene un repecho muy corto, en el que no se hacen diferencias. Aquí lo importante es coger un grupo voluntarioso que quiera recortarle diferencias a Gorka y a Txopez. Pero no hay nadie por la labor y me toca tirar continuamente. En los puntos en los que nos cruzamos tomo tiempos (dos minutos más o menos) y veo que no soy capaz de reducirlos, pero que tampoco aumentan. Si efectivamente son dos minutos, debería de ser capaz de recortarlos.

Con todo, aprovecho una cuesta abajo para esprintar hasta a un grupo que va delante de mí y así tomarme con cierta calma al menos los dos últimos kilómetros, ya que todo el trabajo que ahorré en Santander (y tan bien me vino luego para correr), lo estoy gastando aquí.

35:33
Puesto 60/120 (50/100)
33:08 para 20 km. según mi GPS (36,1 km/h)
El tiempo oficial incluye la T1 (1:23) y la T2 (0:54)

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5km. a pie llanos por la orilla del puerto


Refrescándome al terminar la primera vuelta.
Gorka viene de frente.
Salgo decidido a alcanzar a Gorka, pensando en que quizás Txopez esté también a tiro, aunque lo dudo. Decido que saldré rápido los dos primeros kilómetros, para ver dónde me sitúa ese ritmo, y luego decidir. El ritmo de 4' por kilómetro, que me sirve para recortar terreno paulatinamente a Gorka, al que veo ya a lo lejos. Para cuando giramos en un extremo del circuito, me lo cruzo realmente cerca. Y lo alcanzo antes de completar la primera vuelta. Hace calor, y empiezo a necesitar agua fresca urgentemente.


En el pasillo de meta
Afortunadamente hay un avituallamiento con botellines de agua al terminar el primer giro. Mientras me echo el agua por la espalda, ya calentada por un sol de justicia, veo a Gorka completar su primer giro. En ese momento sé que ya no alcanzaré a nadie más y me dejo ir a un ritmo más cómodo, alrededor de 4'30". Pasan los dos siguientes kilómetros sin más. Con la alegría de ver a alguna compañera de trabajo animando con su retoño y marido. Así da gusto. Acelero en el último kilómetro sólo para recuperar dos puestos perdidos, y porque puedo. Por terminar rápido, al menos. Vuelvo a ir por debajo de 4'. Justo antes de entrar en meta está Julia animando, y también Argiñe y la madre de Gorka, a quien espero justo pasada la meta. Bueno. No ha estado mal al final.

20:06
Puesto 59/120 (49/100)
20:04 para 4,84 km. según mi GPS (4:08/km)

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Total
1:12:39

Puesto 68/120 (57/100)

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Algunas conclusiones

En el agua he mejorado tres minutos el tiempo del año pasado. Y aunque no he nadado 'a tope' (tengo que mejorar ese aspecto, el de nadar algo más deprisa ahora que las distancias me preocupan menos), es mi mejor puesto relativo en un sector acuático (70/100 este año frente a 84/100 en 2013). Los números están bien, pero me quedo un poco a disgusto con las sensaciones. Además, con tan poca participación, la variación en el nivel de los participantes es mayor, con lo que la validez de los datos baja. Sí soy consciente del progreso en la orientación y en la tranquilidad con la que afronto la natación. Quizás demasiada tranquilidad.

La bici no es comparable con la del año pasado porque el circuito, aunque parecido, no es el mismo. Es un recorrido que me viene bien, pero me tocó tirar del grupo casi continuamente, ya que parecía ser el único que tenía interés en que los otros grupos no se escaparan. La media es superior y también realicé proporcionalmente un mejor puesto, pero con poca diferencia. Justo en la mitad de la tabla. No está mal, pero en este caso casi todo dependía del grupo que se formara a la salida del agua.

A pie no he sido capaz de repetir el ritmo del primer triatlón de la temporada, aunque también es verdad que aquí no lo intenté. Me queda el consuelo de haber podido apretar en el último kilómetro y bajar más de un minuto la marca del año pasado sólo en el último sector. Como curiosidad sobre las variaciones de nivel de un año a otro: en 2013, con 21:20 acabé en el puesto 51/100. Este año, con 20:06, en el 49. Y el recorrido sí era el mismo. Rebajar todo un minuto para ganar 2 puestos (en base 100) me parece llamativo. Por lo menos, puedo decir que en ese sector he terminado de la mitad hacia adelante.

En conjunto: más de tres minutos menos que el año pasado, pero matizados por un sector ciclista más rápdio, pero también un poco más largo. Pero sobre todo me quedo con la sensación de desgana tras Bilbao. Me está costando entrenar. Supongo que sea normal. A ver si en Laredo, que es este fin de semana, al menos me divierto.

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