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martes, 15 de abril de 2014

Duatlón de Santander: vuelta a casa

Vale que no es el duatlón más glamuroso del mundo, y que los recorridos son poco vistosos, por un aparcamiento y una carretera de circunvalación, pero es el de casa, me permite comer con la familia y, como ya lo había corrido, me sirve para comprobar cuánto he mejorado en un año. Y es que la moral hay que alimentarla de vez en cuando.


Con Pablo después de haber recogido los
dorsales. Obsérvese la falta de uniformidad
en las perneras.
Además, pese a que Julia trabaja y no puede acompañarme, no voy solo. Me acompaña Pablo, un compañero del club, así que hay charla entretenida en la carretera, nos ponemos al día de proyectos deportivos. Un buen viaje y sin incidentes.

Después de una pausa familiar para comer, vamos al Sardinero, ya que la prueba se celebra en las inmediaciones del campo de fútbol. Aparcamos sin contratiempos y ya para recoger los dorsales comprobamos que la organización es mucho más casera que en las pruebas del circuito vasco. Para compensar, sólo cuesta 10€ y, como premio, no te tienes que llevar a casa otra camiseta para ese cajón en el que acumulas prendas que no te pondrías ni para ir a pasear al perro a las cinco de la madrugada.

Como esta vez hago de experimentado, le explico a Pablo los intríngulis del circuito, que son bien pocos. La carrera a pie es eminentemente llana (más llana que ningún otro duatlón en el que haya competido) y la bicicleta, para bien y para mal, es muy simple: cuatro vueltas de rotonda a rotonda por la S-20. Pica un poco para arriba en contra del viento y para abajo entra a favor. Hace algo de aire y mi hermano ya me había advertido que en esa zona el aire se encañona y sopla de forma constante. Y eso es todo. Y no liarse con el momento en el que hay que salir al circuito corto, y contar bien las vueltas, que en la bici tienen que salir poco más de 20 kilómetros.

Así que ya estamos calentando después de haber dejado la bici en unos boxes en los que no hay puesto asignado según el dorsal sino por el momento en que entras en ellos. Tras el retraso propio de haber incluido en el programa las carreras de niños, estamos en la línea de salida, atendiendo a las explicaciones de alguien a quien no se ve y no para de decir "por aquí", "por allí", y "se da la vuelta al cono", "pero los cadetes no..." hasta que de repente, pistoletazo y salida. Hala. A lo loco. Haber estado atenta, como la del chiste*.

Primer segmento:  5 km. de carrera

He llegado a encontrarme en esta foto. Si lo hacéis vosotros, no os olvidéis
de reclamar vuestro premio
Me he colocado muy atrás, como de costumbre. Aún así, no tardo en recuperar posiciones. Voy cómodo. Además, como me he olvidado la cinta del pulsómetro, no me tengo que ocupar de la frecuencia cardiaca. Se trata de correr y punto. Fácil y directo. Voy cambiando de grupo poco a poco, y ésta vez sí cumplo esa regla que suelo imponerme, la de salir cómodo y sólo mirar el reloj después de que haya pasado el primer kilómetro. El cronómetro pita y miro: 3:41. Bien, vamos bien. Pita en el kilómetro dos: 3:41. Seguimos bien. Vuelve a pitar: 3:48. ¿Qué hago? ¿Sigo tranquilamente o persigo a aquel? Que no se diga. Y el cuarto, en 3:44. Estamos ya en el párking del estadio, en la vuelta más corta que completa el recorrido, pero como hay un circo instalado, el cono está antes. Eso explica que me salieran 4,6 kms. de distancia total. Para seguir con las tradiciones personales, esta vez me acuerdo de darle al botón de lap cuando estoy saliendo ya con la bici. Pues venga, dos toques al botón y a pedalear.

17:25
4,6 km. (3:47/km.)
Puesto 94/170 (55/100)

Segundo segmento: 21 kms. de bicicleta

No tardo en alcanzar al ciclista que va delante de mí, y a base de relevos, llegamos hasta otros dos. Vienen otros por detrás. No sé cuántos somos ya, pero suficientes para mí, así que sirva de precedente, me quedo en la parte de atrás del grupo... y aque pasen las vueltas. Basta con estar atento en los látigos que se forman en los giros y en no quedarse detrás de los que van, evidentemente, en el alambre. Y así pasan las vueltas. Pablo, al que veo trabajar como un loco cuando nos cruzamos, definirá después mi posición de forma muy gráfica y expresiva. "Ibas como en la sillita de la reina". Pues eso, pero a una media de 37 km/h, así que ni tan mal.

35:56
22,13 km. (37 km/h.)
Puesto 93/170 (55/100)

Tercer segmento: 2,5 km. de carrera

Esta foto me la pasó un compañero del club,
que la encontró por ahí. Yo la he buscado, pero no
la he encontrado. Es al comienzo del tercer sector.
Y sí, estoy poniendo morritos a toda velocidad.
Después de una buena transición... Ejem, vaya racha, dos buenas transiciones seguidas. Después de una buean transición, decía, salgo a correr con los gemelos avisándome de que van al límite. Así que nada de hacer tonterías. Total, he salido por delante de la mayoría de los que formamos el grupo ciclista, así que zancadas cortas, cadencia rápida... Es entonces cuando soy consciente de que, con la posición del cono del extremo del circuito, este segmento va a ser realmente corto. Bueno, mejor así. Aunque estoy corriendo bien, sobre todo ahora que soy consciente de que no me molestan ya los gemelos, y que puedo acelerar un poco más. Veo a Pablo, que está en su primera vuelta, e intento alcanzarle para darle ánimos. Bueno, para darle ánimos y para adelantarle, claro. Y es que me siento realmente cómodo corriendo. Pita el reloj. He hecho el segundo kilómetro del sector en 3:35. Nunca había terminado tan rápido, ni siquiera en Sopelana. Bueno, hablo de memoria, eso tendría que buscarlo en los registros del reloj.

En cualquier caso, lo novedoso aquí es que pese a las molestias en los gemelos he cubierto el primer kilómetro por debajo de 4:00 y he terminado con mejor ritmo el último sector que el primero, lo que nunca había conseguido. Supongo que quiere decir que podía haber corrido más en el primero o que, efectivamente, fui en la sillita de la reina en la bici. O una combinación de ambos factores.

Ya sólo falta, tras pasar el arco de meta, acercarse a una curva del trazado para animar a Pablo y verle entrar. Está contento porque se ha encontrado bien en el último sector, aunque por lo que cuenta, creo que le ha tocado bastante trabajo en el sector de bici. Gran carrera. Ya sólo falta un agradable viaje de vuelta, contándonos las batallitas y arreglando un poco el mundo.

8:06
2,2 km. (3:42/km.)
Puesto 79/170 (46/100)

Total:
1:02:12
Puesto 86/170 (51/100)

Comparación con el año anterior

En total, ocho minutos más rápido, pero parte de la diferencia está en que los segmentos pedestres han sido más cortos. En todo caso, los ritmos, éstos sí más comparables, han sido los siguientes:

2013: 4:05/km + 33,6 km/h + 4:15/km
2014: 3:47/km + 37,0 km/h + 3:42/km

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*=Una pareja en la cama:
-¿Ya? Cariño...
-Haber estado atenta.

3 comentarios:

DUKE dijo...

Reclamo mi premio!!

http://sia1.subirimagenes.net/img/2014/04/15/140415051457815842.png

Gonzalo dijo...

Pues cuando coincidamos, Duke. Aprovecha esta semana, que estoy de vacaciones y con horarios laxos.

Pablo dijo...

Después de vivirlo en directo, puedo confirmar que la crónica es un fiel reflejo de la realidad. A partir de ahora, ya me puedo creer todas las demás que escribas.

Ciertamente, tengo que cambiar de zapatillas, no van nada bien con el rojo del tritraje y los compresores.