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lunes, 17 de febrero de 2014

Duatlón de Sopelana

Con Vini, que debuta, antes de la salida
Por no buscar aparcamiento a la vuelta en Bilbao, vamos en metro. Es cómodo, pues Sopelana está relativamente cerca. Otra cosa es que vayamos (me acompaña Julia, y, salvo indicación contraria, es la autora de las fotos) justos de tiempo y en mitad del trayecto no tenga claro si voy a llegar a tiempo de recoger el dorsal. Una consulta por teléfono y sí, parece que vamos a llegar. Menos mal. Menuda película de comienzo patoso en el club me estaba montando en la cabeza. Después de que el metro deje Bilbao y asome a la superficie comprobamos que llueve. De momento es un leve chispeo ¿Aguantará?



En el metro nos encontramos con Adrián, otro compañero del club, que también viaja acompañado por su chica. Es justo después de recoger el dorsal, antes de colocar las cosas en el box, cuando se pone a llover pero bien. Pero bien, bien. De hecho, somos pocos los que estamos preparando la bicicleta y las zapatillas. Supongo que los demás han decidido espera a que escampe, pero estoy lo suficientemente nervioso como para necesitar un poco de entretenimiento disponiendo zapatillas, bebida, pedales, casco...

A partir de ahí toca calentar un poco. Primero con Vini y luego con el resto de gente de Trirunners. Por primera vez me siento parte de un equipo. La verdad es que somos un pelotón respetable, al menos en número. Aún nos da tiempo a ver la salida de las chicas y ver a las primeras afrontar el repecho más duro del recorrido.

Sector 1

Según el GPS: 5.320 m. en 20:56 (3:56/km.)
Puesto 149/224 => 66/100

Comenzando el repecho más duro a pie
Es un recorrido por asfalto de algo más de 5K por las calles de Sopelana. En realidad son dos vueltas, separadas una de otra por un repecho corto pero traidor, de esos que hacen protestar a los pulsómetros. Decido quedarme con el buff puesto en la cabeza como gorro, pues la verdad es que no me sobra. A mi alrededor casi todo el mundo lleva manguitos o camiseta térmica, pero me siento bien así. No sé qué es peor, si pasar frío en la bici o calor en la carrera...

Como de costumbre me coloco en la parte de atrás del grupo y me entretengo preparando el reloj para que me contabilice todos los sectores según corresponde. Es la primera vez que uso el reloj específico de triatlón en una carrera y de esta forma no tengo que andar haciendo malabarismos entre el reloj de correr y el de la bici. Este año tendré, además, mediciones en el agua (para cuando corresponda).

¡Salimos! Aprieto el botón y corro los primeros pasos pendiente de que en la pantalla el cronómetro arranque. Bien. Estamos en marcha. Me coloco en un paso relativamente cómodo, mentalizándome en no mirar el reloj para no desilusionarme si el ritmo es demasiado lento. Pero la tentación está ahí, asomándose desde la muñeca izquierda a mi campo de visión. Y claro, termino por mirar el reloj antes de que pase el primer kilómetro. Y bueno, no vamos mal. Finalmente termino por pasar el primer kilómetro en 3:52. A partir de aquí me concentro en no bajar mucho el ritmo.

En la T1, justo antes de coger la bici
En la segunda vuelta los puestos están ya estabilizados. Veo que no tengo demasiado lejos a algunos compañeros del club. A los más rápidos no los veré en toda la carrera. Alcanzo a uno. Aún no me sé los nombres de casi nadie, pero repasando la clasificación veo que el que va unos segundos delante de mí es Gorka. Al final me pasaría toda la carrera viéndolo no demasiado lejos pero sin llegar a alcanzarlo.

No estaba seguro al cien por cien de que no me fuera a molestar el talón de Aquiles, pero no sólo eso, sino que es mi cinco mil más rápido hasta la fecha (pasé por el 5K en 19:32), lo que me da más confianza para la media maratón de dentro de tres semanas. Cada vez estoy más contento con las nuevas zapatillas (Adidas Adizero Adios 2) para carreras cortas, pero me siguen pareciendo demasiado poca zapatilla para más de 10K, al menos para mí. En cualquier caso, veo que las soporto bien en duatlones de distancia sprint, que implican 5K + 2,5K de carrera, con lo que debería poder llevarlas también para el último sector de los triatlones sprint.

Sector 2

Según el GPS: 17,87 km. en 36:22 (29,5 Km/h.)
Puesto 157/224 => 70/100

Últimos repechos
llegando a Sopelan
Por primera vez tengo la sensación de salir en mitad de un grupo de gente, lo que mitiga la sensación de que en lugar de calzarme lo que he hecho es haber metido los pies en un charco de agua fría. Esto es nuevo para mí, pues lo habitual es salir casi solo de la transición. Además, no me he acordado de quitarme el buff de la cabeza y el casco apenas me entra: la correa me molesta bajo la barbilla, pero ya no voy a parar por ello. En las primeras rampas camino de Barrika se forman grupos, aunque la carretera está empapada y es incómodo ir a rueda de verdad porque salpica el agua a las gafas. A estas alturas está diluviando, y la bajada a Plentzia la hacemos tiesos como palos.

Seguimos formando un grupo más o menos grande, que se parte en varios trozos en la subida posterior a Urduliz. Me doy cuenta de que en ningún momento he tenido oportunidad de amortizar los acoples más que tramos muy cortos para pasar un grupo a otro muy cercano, o para recortar distancia con el ciclista justo de delante. Al final de la subida pierdo algunos metros, pero en la larga vuelta hacia Sopelana (recta y picando hacia abajo) nos vamos reagrupando. A mí me basta ir unos cinco metros por detrás del grupo para mantener su velocidad sin apenas pedalear. Tampoco quiero meterme dentro del grupo para ir frenando y que se me queden las piernas frías por completo.

El tramo final es ondulado y cedo algunos metros. No más de unos segundos, pero a falta poco para terminar el tramo de bici no voy a apretar para nada. Llego a boxes sin problemas. Ya no queda nada.

Sector 3

Según el GPS: 2,63 km. en 10:52 (4:08/km.)
Puesto 124/224 => 55/100

Me calzo sin contratiempos, pero al empezar a trotar noto que los gemelos están al límite. Aún no se me han subido, pero no paran de dar avisos. Llego a pararme para estirar un poco. Apenas soluciono nada y vuelvo a ponerme en marcha a un ritmo que me parece lentísimo. Miro el reloj: a 4:30. Bueno, no está tan mal. Pensaba que iba a ser mucho peor. Me dedico a no dejarme adelantar. A partir de aquí, resistir, recuperar en las bajadas... Al pasar el primer kilómetro me doy cuenta de que los gemelos ya no están tirantes. Y que puedo acelerar, así que me dedico a ir persiguiendo gente. Y voy recuperando puestos. Ahora sí que me siento bien: vuelvo a ir un poco por debajo de 4:00/km. Nunca había terminado tan bien. Y me animo a acelerar en la última recta, de unos quinientos metros. A poco del final, hombro con hombro, me preguntan ¿sprint final? No sé ni qué contesto, pero veo que me adelanta y decido que nanai. Última andanada. Por favor, que ceda. Sí, eso es. El pitido liberador del chip pasando sobre la alfombra detectora.

Total

1:09:55
Puesto 150/224 => 67/100

Entrando en meta. Julia sale haciendo la foto (foto de Aitor Figueira)







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