Comienza la temporada 2014

Nueva temporada, nuevo color

Y con ella, una reorganización del blog. Las crónicas de las carreras del año pasado han quedado agrupadadas en una página titulada 'Egocrónicas 2013' que se encuentra en el menú derecho, bajo el encabezado secciones. Y es que ya, pero ya, vamos mañana, empieza la nueva temporada. Y, por primera vez, no seré independiente, sino que formaré parte de un club, concretamente de Trirunners Getxo.  Tengo incluso una equipación que me han prestado hasta que lleguen las nuevas encargadas para esete año.



Mañana es el primer duatlón, en Sopelana. Está bien que sea no demasiado lejos de casa, así puedo ir en metro tranquilamente (más no tener que buscar aparcamiento a la vuelta que otra cosa). Es una prueba de distancia sprint (5K a pie, 20K en bici y 2,5K a pie) y el único objetivo que me he propuesto es acordarme de todo aquello que tiene que ver con las transiciones, dorsales, perseguir a tíos fibrados envueltos en licras de colores... Vamos, que nada puede salir mal.

Lo único que no tengo claro es si llevar o no ruedas de perfil. En teoría son más rápidas, pero también más inestables con viento, y con la sucesión de temporales y borrascas que llevamos por aquí está la cosa como para pocas bromas. De hecho, el otro día salí a probarlas y pasé bastante miedo en alguna bajada rápida en la que la carretera se me quedaba estrecha. De hecho, volví a poner los acoples en la bici de ruta (la prueba es con drafting permitido y por tanto no puedo llevar la nueva cabra) y apenas pude usarlos por el viento. La previsión es de algo de viento, así que no sé, no sé. Lo que sí tengo claro es que llevaré los acoples.

La otra duda es la de que con qué zapatillas correr. Si con las últimas y más ligeras que me compré, que en teoría debería resistirlas (Adidas Adizero Adios 2), o con las más probadas, pero más pesadas Mizuno Precission. No sé, no sé. La duda es sobre todo porque sospecho que las nuevas zapatillas tienen algo que ver con unas molestias que últimamente arrastro en el talón de aquiles. Pero bueno, sólo queda resistir hasta el 9 de marzo, fecha de la media maratón de Santander. A patir de ahí, tocará más natación y más bicicleta, y eso es una combinación que, articularmente, me cura casi por completo.