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lunes, 9 de abril de 2007

Marco Polo nunca estuvo aquí


Tenía en la cabeza algunos versos que olvido;
que te vi, creo ahora recordar,
en uno de sus lugares dados a la mitomanía,
una de esas librerías de viejo,
oscuras y olorosas.
Las casualidades se sucedieron durante algunos meses,
quizás sólo semanas, seguramente horas.

Así, al final, nos atrevimos y besamos,
no como consecuencia directa del deseo,
sino como una forma de resolver situaciones propicias.
Como si tuviéramos que amarnos y eso,
besarnos,
fuera la forma de no esquivarlo.
Quiero decir que no era el beso lo que buscábamos:
encajaba decirte te amo y era una buena manera,
una costumbre previa al amor.
Así hasta que un par de días más tarde
ya no estabas donde fingíamos encuentros casuales.
Fue entonces cuando recordé
que te había conocido bajo los anaqueles de libros de viajes.

5 comentarios:

mc clellan dijo...

Yo tenía una amiga que decía que las casualidades no existen. Según ella, eran causalidades... Y en parte tenía razón, la mayoría de encuentros no son casualidades. Casualidad sería, por ejemplo, irte a Moscú y encontrarte allí con alguien conocido. Aunque la verdad, si desterramos lo casual (o lo supuestamente casual), se nos va parte de la magia de todo esto. Supongo que es una cuestión de fe.

Gonzalo dijo...

En la facultad me enseñaron que todo depende más de la causalidad que de la casualidad. Intentaron convencerme de ello. Quizás por estética, o por acción-reacción intelectual, ahora busco más la coincidencia. Es más humana, y quizás explica mejor a las personas, aunque sirva menos para entender el comportamiento de la humanidad.

mc clellan dijo...

Si soy sincera, yo tampoco acabo de tragarme el cuento de la causalidad. No me gusta pensar que todo tiene una explicación y lo peor, que se puede prever. Es más, aunque es cierto que funciona, no es universal. No sirve para todo, hay ámbitos en los que no se puede concebir porque ya de por sí su naturaleza es impredecible.

Gonzalo dijo...

Creo que lo de la previsibilidad es más una cuestión de escala. Al final, es difícil prever qué va a hacer alguien, pero no tan difícil de adivinar para muchos 'alguienes''.

mc clellan dijo...

Sí, es cierto, la previsibilidad es cuestión de escalas. Y esto me recuerda al vídeo de 'El Muro' de Pink Floyd... :(