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sábado, 16 de septiembre de 2006

Trilogía de Madeira

Y.B.: 'Alá Superstar'

Sátira de sí misma, vacila (en todos los sentidos de la palabra) entre lo filosófico, lo satírico y lo políticamente incorrecto. Para hacerse una idea basta con una sinopsis ultracomprimida: un chico de origen argelino que vive en los suburbios de París -vecino de la siguiente protagonista, por tanto- aspira a convertirse en famoso como humorista que satiriza la yihad, el Corán y las fatwas que provoca para lograr su fama. Se lee mejor como comedia que como drama, al contrario de lo que sucede con su maestro Woody Allen.

Faïza Guène: 'Mañana será otro día'

Me la recomendaron en la librería, y soy fácil de convencer. Fresca, con ese tono adolescente y un ambiente que parece una versión modernizada, aunque quizás también frivolizada, de 'La vida ante sí'. El diario de una adolescente de origen norteafricano en los suburbios de París.

Ian McEwan: 'Jardín de Cemento'

Había oído hablar de ella, pero es mejor de lo que me habían dicho. Hipnótica, con un ritmo pausado y preciso, y con esa sensación que transmite McEwan mejor que nadie: te cuenta todo lo necesario, sólo eso, y eso vale mucho.

3 comentarios:

mc clellan dijo...

Lees rápido... Hummm. De todos, me quedo con 'Bonsai'. Y con el que me estoy pegando ahora. 'El invierno en Lisboa'. Tenía yo curiosidad por su autor... Es una buena novela negra, vamos, de las de antes. Un día, cuando pare de leer, levante la vista y mire al espejo me voy a ver rubia...

Gonzalo dijo...

Ah, Muñoz Molina. Como asocio algunas lecturas a viajes, suelo recordar que leí 'Ardor guerrero' en Los Alpes, esperando a que el tiempo (meteorológico) nos diera una tregua para intentar el Mont Blanc. El tiempo fue infernal durante diez días, pero leí mucho. También 'Climas', de André Maurois, que debo releer, y las cartas filosóficas de Rousseau, que era lo único que pude coger al descuido en la librería del pueblo.

Crapúscula dijo...

En la antigüedad, cuando alguien volvía de un viaje, descolgaba el teléfono (entonces el fijo se llamaba teléfono) y decía "Manolooo, que ya he vuelto!!". Ahora no. Ahora va el muy cabrón y mete una trilogía de Madeira Tócate los huevos. :-)