No ha sido un día glorioso, no. La verdad es que ha pasado sin más. He empezado a ser consciente de que se terminaba cuando salía del trabajo, hacia las diez de la noche, me subía la cremallera, encogía los hombros ante la lluvia (más pertinaz que cualquier tópica sequía) y enfilaba la cuesta que me llevaba hasta la estación del metro. He seleccionado entonces unas canciones en el reproductor. Casi por azar, ha caído Doctor Deseo... y entonces, sólo entonces, he recordado, letra por letra (tengo en la cabeza la fotografía de la página en una vieja edición de Tusquets), este glorioso poema de Ernesto Cardenal:
Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
No me digáis que no es uno de los mejores resúmenes de la vida que habéis leído.
2 comentarios:
Viniste a Santander y no me llamaste??
Creí verte desde el autobús, pero me dije, no es él, me habría llamado.
Me equivoqué!!
Un beso
Prometo llamar la próxima vez, de verdad... Apenas tenía tiempo para nada. Un beso...
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