
Es difícil explicar la nostalgia que puede uno llegar a sentir al volverse a encontrar con personajes como Belano, o cualquiera de sus otros compañeros de fatigas en 'Los detectives salvajes'.
El otro día -a finales de 2003- murió Roberto Bolaño. Se lo llevó un cáncer de hígado, o algo parecido (una de esas enfermedades poco nobles que también atacan a los genios). Era aún demasiado joven.
Yo que vosotros, si no habéis leído 'Llamadas telefónicas' o 'Los detectives salvajes', cerraría ahorita mismo el navegador y correría a comprar uno de sus libros. Me lo agradeceréis.
1 comentario:
chinguen su madre
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