Duatlón de Santander: correr en casa

Preparando las zapatillas en el box (foto Julia Fernández)

La noche anterior estaba disfrutando de una agradable cena familiar en un restaurante italiano de las afueras de Santander. No es lo más apropiado comerse una pizza la noche anterior a una carrera, sobre todo si eres intolerante a la lactosa, pero las cosas vienen según vienen; y como tampoco me pagan por competir, pues bien empleado está el tiempo ¿Que quizás podía haber pedido pasta con tomate? Pues sí, claro, pero ya no sería yo. Además, gracias a las pastillas de lactasa, el único síntoma será tener la tripa algo hinchada a la mañana siguiente. Cosa que tampoco es lo ideal para embutirse en tritrajes y sucedáneos, pero...



El caso es que habíamos llegado en tren a Santander la tarde del sábado; fue un viaje agradable que me sirvió para reencontrarme con los paisajes que recorría cuando escalaba quince años antes y, también, para juntar casi tres horas para leer tranquilamente. Otra cosa del pasado, también, la de juntar más de dos horas para lectura.

El duatlón se celebra en los alrededores del campo de fútbol, y es el primero en el que participo fuera del Circuito vasco-navarro de duatlón. ¿Será mayor el nivel? ¿Será menor? En cualquier caso, como detalle tranquilizador, en ningún momento se habla de tiempos de corte. A simple vista, como en casos anteriores, no abundan los participantes que no parecen supermanes constreñidos en trajes de licra. Creo que va a tocar pelear en la cola, como de costumbre. Además, con la presencia de mis sobrinos y mi hermano animando, además del apoyo moral de Julia, ¿cómo no darlo todo?

Sector 1

Circuito de 5 kms. por la S-20 y el párking del campo de fútbol

19:43
(4,80 kms-> 4:05 /km)

En la T1 (Julia Fernández)

Mi objetivo inicial es bajar de 22 minutos en el primer sector. Repasando los tiempos que había hecho en Amorebieta, me parece factible. Es un ritmo de 4:18 por kilómetro, y ya había sido capaz de hacerlo en cinco kilómetros quedando otros cinco, así que salgo con esa idea. Pero, como de costumbre, aunque me coloco en la parte trasera del grupo, salgo a mantener el ritmo del último tercio de participantes, al menos antes de que se disgregue completamente el grupo. Y pasamos el primer kilómetro en menos de cuatro minutos. Bueno, mientras aguante... Y el segundo, por debajo de cuatro también. Oye, mira tú qué bien.

Acabo incorporándome a otra media docena de corredores a los que sigo con cierta facilidad. Bueno, en realidad es porque ya estamos yendo a 4:10 o así, pero con lo que tengo de margen gracias a los dos primeros kilómetros, me sirve para convencerme de que estoy mejor así, acompañado, para al menos tener compañía en el principio del sector ciclista.

El último kilómetro se me está haciendo largo, pero insisto en aguantar, y al final llego a la transición relativamente fundido. Pero, por primera vez en varias carreras, salgo con compañía casi desde el principio. 

Sector 2

21 kilómetros en bici entre dos rotondas de la S-20. Cuatro idas y vueltas.

40:42

(22,12 kms-> 33,6 km/h.)

Encalando al comienzo del sector ciclista (Julia Fernández)

Antes del primer medio kilómetro, somos un trío persiguiendo a un grupo más numeroso. He decidido que durante la primera mitad tiraré todo lo que sea necesario, y que guardaré en la segunda mitad para estar más fresco en la última carrera. Bueno, eso es lo planeado. Y de momento es verdad que estoy tirando como un animal para alcanzar la cola de un grupo formado por una media docena de ciclistas. Pero cada vez que me relevan, el grupo al que perseguimos se aleja. Mal negocio. Así que aprieto los dientes y subo un piñón, concentrándome solo en la parte de la pantalla que muestra la cadencia y procurando no mirar la otra mitad, la que marca las pulsaciones. Finalmente llego al grupo. Bueno, llegamos, porque mis dos amigos también han venido conmigo.

Comenzando la tercera vuelta (Julia Fernández)

Al menos, ahora toca un tramo más o menos tranquilo, y durante dos vueltas (de un total de cuatro), me mantengo en ese grupo. Rodamos rápido, pero abrigado en la parte de atrás, veo que las pulsaciones bajan poco a poco. Parece que ha merecido la pena el calentón. En la última vuelta, el grupo se parte. El caso es que soy capaz de escaparme del que se había quedado a rueda mía, pero no alcanzo a llegar al grupo que marcha primero a sólo diez metros, luego a veinte... Finalmente desisto, hasta que soy atrapado por un grupo más numeroso. Como eso implica llegar tranquilamente a la T2, decido que, por primera vez, voy a bajarme de la bici descalzo. Así que, antes de la última curva de 180 grados, saco los pies de las zapatillas y coloco los pies sobre ellas para poder descabalgar rápidamente. Delante de mí alguien cae aparatosamente, pero se reincorpora con rapidez, posiblemente más avergonzado que dolorido.

Por primera vez bajo dejando las zapatillas en los pedales (Julia Fernández)

Sector 3

2,5 kilómetros por el párking del campo de fútbol

10:07

(2,43 kms-> 4:15 /km)

Sprint final (Julia Fernández)

Al entrar en los boxes los comisarios nos dicen a todo el grupo que no nos hemos bajado de la bici a tiempo, a lo que respondemos que no hemos visto a ningún juez con bandera. Tras unos segundos de tensión, nos dejan entrar. Sólo queda quitarse el casco, ponerse las zapatillas y a correr.

El primer momento es para comprobar que todo funciona. Me refiero a las piernas. Están cargadas, normal, pero parece que no van a subirse los gemelos, mi mayor temor. Así que poco a poco voy acelerando el ritmo, lo que me permite escaparme del grupo con el que he llegado a la transición. Además, creo que he sido más hábil cambiándome y he salido de los primeros.

En cierto memento me ofrecen un botellín de agua. Bebo un poco y... acelero. No sé por qué. Quizás porque puedo, pero veo que me estoy acercando a otro grupo, y que allí a lo lejos va alguien al que quiero cazar. Pero le avisan, y acelera. Y al final acabamos los dos haciendo honor a la distancia sprint sobre la que se disputaba la prueba.

Total

1:10:32

Puesto 127/156

Me he quedado contento con el resultado. Como referencia, he tardado menos que en Barakaldo y eso que el sector ciclista era dos kilómetros más largo. A decir verdad, según mi gps, al circuito le faltaban doscientos metros para ser de cinco kilómetros, pero un ritmo cercano a cuatro el kilómetro es bastante mejor de lo que me imaginaba.

En la bici, por primera vez he hecho al menos la mitad de la prueba con compañía. Mucho mejor en ese sentido. Aunque ha habido un momento, en el que el grupo se disgregó, en el que si hubiese estado algo más listo, podía haber aguantado con ellos hasta el final.

El último sector a pie también me salió bastante bien. A menos de 4:30, al menos para mí, lo considero una buena marca. En cualquier caso, corriendo, he mejorado mi marca en 5K (aunque sean 4,8 en eralidad, el ritmo era de MMP).

Pero, si la parte deportiva ha estado bien, lo de correr con los ánimos de mis sobrinos y hermano a cada vuelta, ha estado mucho mejor. Creo que volveré el año que viene.