Como me despierto muy dormido acumulo despistes matutinos. A saber: meter los cereales sin leche en el microondas (hace muchos años, pero me consta que siguen ardiendo si lo haces ahora), afeitarme con pasta de dientes (poco recomendable) y otras proezas atribuibles a un
Míster Bean de pacotilla. La última incorporación a la lista: agitar la tapa del desodorante a conciencia, con el bote en sí bien posado en el lavabo, como tiene que ser, por supuesto.
3 comentarios:
Y bueno... Tal vez te vayas a la cama más despierto que otros, que somos capaces de lavarnos los dientes con el mango del cepillo. Y pasta, eso sí, en cantidades ingentes. Es lo que hay: o eres búho, o eres alondra.
O eres oso y punto.
El señor Gillette lo confirma. Efectivamente, soy oso.
Jaja, yo tb tengo alguna de ésas
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