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jueves, 29 de marzo de 2007

Me gustaba más el original


Me refiero al texto del anuncio del tío que no pronuncia la erre, imitando la peculiar dicción de Cortázar.

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con anácora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de a atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demas relojes. No te regalan un reloj, tu eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

(Julio Cortázar)

8 comentarios:

mc clellan dijo...

Por eso yo nunca llevo reloj. Pero, me pregunta si esto también se cumple con los de arena. Esos sí que me gustan. Podría mirarlos durante horas.

Gonzalo dijo...

Corolario de la ley de Murphy: Un hombre con un reloj sabe qué hora es. Un hombre con dos relojes nunca está seguro.

mc clellan dijo...

¿El despertador entra en la categoría de reloj?

Gonzalo dijo...

Si suena a la hora a la que a sonado hoy entra en la categoría de objetos que exponer en el Museo de Santillana del Mar.

mc clellan dijo...

Pues si ha sonado a esa hora es que tú despertador se ha cambiado los papeles con el mío, que hoy se ha vuelto perezoso.

Gonzalo dijo...

No hay nada más paradójico que un reloj perezoso, pero es una imagen bella.

Melpómene dijo...

Jaja, la antítesis de los míos, que, cuando van, lo hacen adelantados... -a ver si veo el anuncio de una vez-

Crapúscula dijo...

He estado a punto de meter el comentario en la caja de la palabra antispam y viceversa. Es algo que quería compartir. Eso es no tener la cabeza en su sitio.

Me encanta ese texto. Lo recitábamos en la uni y la versión íntegra es bastante mejor que el del anuncio aunque ser argentino ayuda a convertirte en un embaucador de voces y sonidos :-)