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jueves, 19 de enero de 2006

Manías confesables

Manías confesables (porque lo otro no son manías, sino maneras de obrar):

1) Ponerme el reloj para salir a la calle y quitármelo nada más llegar a la oficina... Si por lo menos cronometrara cúanto tardo en llegar.

2) Susurrar (es que no llega a ser un tarareo por poco) en el metro cuando escucho música con cascos. Sí, lo sé: así nunca me convertiré en alguien de provecho.

3) Nunca llevar zapatos negros. Para esto no hay explicación.

4) Me gusta mi trabajo (que no es lo mismo que que me guste levantarme de la cama para ir a trabajar. Este matiz es importante, claro).

5) Ser incapaz de recordar este poema de Dámaso Alonso (por eso lo cortapego)

¿CÓMO ERA?

¿Cómo era Dios mío, cómo era?
Juan Ramón Jiménez

La puerta franca.
Vino queda y suave.
Ni materia ni espíritu. Traía
una ligera inclinación de nave
y una luz matinal de claro día.

No era de ritmo, no era de armonía
ni de color. El corazón la sabe,
pero decir cómo era no podría
porque no es forma, ni en la forma cabe.

Lengua, barro mortal, cincel inepto
deja la flor intacta del concepto
en esta clara noche de mi boda,

y canta mansamente, humildemente,
la sensación, la sombra, el accidente,
mientras Ella me llena el alma toda.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

lo del reloj lo solía hacer hasta que dejé de usar reloj.
Y a mi tb me encanta mi trabajo, y muchas veces puedo hacer lo del matiz importante y currar aquí. Por eso me encanta

Gonzalo dijo...

Lulamy, qué casualidad. Hacía tiempo que no navegaba a la deriva. Ayer miré por el ojo de la cerradura, pero había tantas cosas que me di la vuelta sin apenas mirar. Ahora me arrepiento.

Anónimo dijo...

En la foto que has puesto en el blog he de decirte que sales estupendo.
No me importaría nada conocerte en persona...aunque creo que nos hemos cruzado alguna vez.
Me gusta lo que escribes. Lo del reloj, yo también lo hago, y lo de cantar en el metro...creeme, lo hacemos todos!

mc clellan dijo...

En mi lista de manías hay dos destacables. La primera: subrayar. Sea lo que sea, tengo que hacerl (el periodico, los libros, los folletos). Y dos: calentar la leche antes de echarle café. Todo junto no sabe igual...

Poledra dijo...

Lo del metro también lo hago yo (tampoco me convertiré jamás en nadie de provecho ;-) )

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Deduzco por la manía tres que tampoco sueles llevar pantalones negros... o bien que te da igual ir algo desconjuntado ;)

Beso, muacks

Gonzalo dijo...

Carol,

"zapatos" no incluye ni las 'Marteens' ni unas deportivas que imitan botas de fútbol antiguas. Pero bueno, lo de conjuntar no es mi especialidad. Mis colores son más de cuadro de Juan Genovés, al menos en pantalones.

Poledra,

nunca nos convertiremos en nadie de provecho, pero al menos lo haremos en el mismo metro.

Anónimo dijo...

Hola,
tienes una dirección de correo electrónico?un amigo me ha mandado una foto que nos hizo hace unas cuantas nocheviejas,(en Santander, para más señas) y me he acordado de tu blog!!Sales bastante bien. Yo como siempre, muy blanquita...
Si la quieres, mándame un mail!
mi mail es el de siempre, nombreapellido@hotmail.com
(si no te acuerdas de mi apellido, ni te molestes!!!)
Un beso

Crapúscula dijo...

Gonzalo creo que ya va siendo hora de que dejes de meter mensajes de mujeres desconocidas que quieren saber de ti. Sabemos que todos los comentarios vienen de la misma IP.

Y encima libras el viernes...qué asco das, no?

Anónimo dijo...

Sr Crapúscula,
Encantada de ser considerada una mujer desconocida.Me da un aire de película de espías que no he tenido nunca, porque la realidad es demasiado cruel!!!
Un saludo y mantengamos el misterio...

Anónimo dijo...

Hola Gonzalo. Leo tus posts a diario y tu prosa me pone a mil. Soy una mujer rubia, exuberante y cariñosa y últimamente me siento muy, muy sola. ¿Quieres que trabajemos juntos en mi problema?

Je, je