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lunes, 7 de febrero de 2005

Paraísos cercanos (a poco más de cien kilómetros)


Si existe un paraíso dominical, está en la zona de la calle Laurel de Logroño, sobre todo gracias a esa concentración de bares con especialidades (suelas, champiñones, bocatas del tío Agus...). Aquí tenemos (o tienen, porque este país, o comunidad, o lo que sea, es un poco esquizofreniante -seguro que no existe, pero se entiende-) la manía de pensar de que, como aquí, no se come en ninguna parte. Yo, como siempre, apuesto por los territorios limítrofes. El nacionalismo se cura viajando...

6 comentarios:

Carlos dijo...

Te faltan las especialidades más raciales: sobre todo, el embuchado y las orejas de El Perchas. Suficiente motivo para otra excursión. Y no creas, algunos salen reafirmados en su nacionalismo y, entre sorbo y sorbo de crianza, gritan que Errioxa también es Euskal Herria.

Gonzalo dijo...

Tienes razón, C., quizás algunos deban viajar más lejos. De todas formas, los embuchados me parecen una versión 'light' de las gordillas arnedanas...

Holden dijo...

A ver cuando me invitáis Lola y tú a conocer ese paraíso... Un besazo!

Poledra dijo...

La calle Laurel...un sitio genial, me has abierto el apetito!!

Un abrazo!

Carlos dijo...

¡Gordillas arnedanas! En Logroño también se comen gordillas, tanto en salsa como a la plancha, pero son ya un plato en extinción. ¡Salvemos la gordilla! ¡Salvemos el patorrillo! Y, en cuanto al embuchado, mucho colesterol hay que tener en sangre para considerarlo light. Me voy a comer.

Haiduc dijo...

Empecé a viajar pensando que yo era un apátrida.
Aprendí que mi patria son mis amigos.
Y desde entonces soy ultranacionalista.