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jueves, 27 de enero de 2005

Una historia de enero


Cuando llamó a ese programa de la radio de testimonios para inventarse esa historia de que se desmayaba cuando oía el trino de un canario -y la presentadora se la creyó, vaya que si tragó- se sintió mucho mejor. Sobre todo porque había oído que su novia iba a llamar para dejarle en antena. Y claro, él sabía que muchas de las cosas que la gente contaba desde el teléfono eran mentira. Claro que sí. Luego apagó la radio, se cubrió del todo con las mantas y durmió pensando en ella, en que la quería...

3 comentarios:

Lulamy Angouleme dijo...

Ups, yo llamé a HABLAR POR HABLAR, en una noche de insomnio (una de tantas)
Empecé inventándome la historia y al final me derrumbé y les conté la verdad. Pero cuando me había sincerado, ya habían metido la cuña de publicidad.
Hay horas en las que te apetece que te escuchen. Aunque no te entiendan.

Haiduc dijo...

Besa mis heridas, mis ojeras.
Acaricia mi vacío con tu aliento húmedo.
Sigue envolviendo tus palabras en abrazos.
Sigue diciéndome que me quieres.
No importa que me mientas.

Lo que me mataría es que dejaras de hacerlo.

velouria dijo...

Que bonita historia.